jueves, 6 de noviembre de 2008

Tenemos que estar limpitos

La adquisición de buenos hábitos higiénicos es fundamental para evitar infecciones, inflamaciones o enfermedades y, para facilitar la integración social del niño.

Al comienzo de la vida escolar, los niños empiezan a hacer sus grupos de amigos y, por lo general, los que poseen un aspecto sucio o malos olores son rechazados por los demás.

Cuando hablamos de buenos hábitos de higiene, no nos referimos a que el niño esté siempre impecable, sino a enseñarle que hay ocasiones como cuando juega en el parque, utiliza pinturas o va de excursión al campo en las que ensuciarse es aceptable y, que hay otras ocasiones, cuando va al colegio, reuniones familiares o cuando sale de paseo que tendrá que estar limpio y aseado.

Desde pequeños debemos crearle éstos hábitos, enseñándoles poco a poco cómo deben lavarse e incorporando el aseo personal a su rutina diaria.

Para ello, hemos de enseñarle con el ejemplo, con paciencia y facilitando que las cosas estén a su alcance. Así por ejemplo, si es necesario, debemos tener una banqueta en el cuarto de baño para facilitarle que llegue al lavabo, y que siempre esté acompañado por un adulto cuando la use.

Con el paso del tiempo, observaremos cómo cuando logra incorporar estos hábitos de higiene a su vida cotidiana, desarrolla un sentimiento de satisfacción, independencia y de bienestar, al aprender a cuidar de su propio cuerpo.

Estos videos los consideramos interesantes ya que nos muestran la imprtancia de la higiene buco-dental de forma lúdica:

Una canción




Un vídeo explicativo

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